Planetas en escena

Tierra

Tierra

La Tierra (del latín Terra, deidad romana equivalente a Gea, diosa griega de la feminidad y la fecundidad) gira alrededor de su estrella -el Sol- en la tercera órbita más interna. Es el más denso y el quinto mayor de los ocho planetas del Sistema Solar. Es el tercer planeta en distancia al Sol y el quinto más grande de todos los planetas del Sistema Solar y el más denso de todos. La Tierra es  nuestro hogar  y es posible  la vida en ella porque se encuentra a la distancia adecuada del sol. Sin su calor no podríamos vivir. Si estuviera más alejada o más cerca del sol no habría vida en ella.

Para la Astrología la Tierra es el centro simbólico del Universo siguiendo la teoría geocéntrica o antropocéntrica. El Cosmos es un inmenso ecosistema, en el que se encuentra el Sistema Solar y dentro de él está nuestro planeta en el cual vivimos y evolucionamos. De esta forma los planetas y el sol son nuestra familia e influyen directamente en nosotros.

Sol 

Sol
Sol

El Sol es el centro de nuestro sistema solar, el corazón, y todos los planetas se mueven en órbitas elípticas alrededor de esta estrella fija que parece pasar cada día delante de la Tierra de Este a Oeste. Para los antíguos el Sol era la figura más poderosa del cielo, fuente primaria de luz, calor y vida, el mayor y más fuertes de los cuerpos celestes. Hoy sabemos por la moderna astronomía que el Sol es un hoguera gigante y rugiente, cuyo corazón ardiente alcanza temperaturas de quince millones de grados centígrados.

Naturalmente, el Sol fue el principal cuerpo celeste observado por el hombre y, por lo tanto, ocupa un lugar importantísimo en todas las mitologías. En Egipto, el dios sol era Ra, que cruzaba los cielos cada día en un bote. Quizás el dios sol con influencia más duradera fue el griego Apolo, que atravesaba el cielo en un carro de fuego, y que poco tiempo después fue adoptado por los romanos. El dios griego Apolo era la personificación del Sol y fue adorado como la fuente de la fuerza vital, iluminación y curación.

En la astrología el emplazamiento del Sol revela la cualidad básica de nuestra conciencia. Es el factor central de nuestra personalidad, del mismo modo como el Sol es el centro de nuestra galaxia. En su símbolo encontramos el círculo del espíritu y el punto alrededor del cual giramos, reflejo del deseo del individuo por llegar a ser el mismo. Revela la fuerza interior básica que motiva todo lo que hacemos y ofrece una perspectiva de cómo vemos la vida y que expectativas tenemos de la experiencia vital.

Un Sol bien emplazado y aspectado otorga a su nativo alegría, confianza y buena salud. Es el regente del signo de Leo, el cual comparte muchos atributos con el Sol.  Como arquetipo representa la energía del padre. El glifo del Sol es un círculo, la imagen del todo, con un punto: el centro de la vida.

Luna

Luna
Luna

La Luna se mueve alrededor de la Tierra en una órbita elíptica a una distancia media de 380.000 km. Tiene un diámetro de 1.738 km., un cuarto de la Tierra, y es, por lo tanto, sólo un diminuto grano de polvo en el universo.

El cuerpo celeste más cercano a nosotros ha sido siempre familiar y misterioso. Aunque continuamente nos muestra la misma cara, su apariencia cambia con frecuencia de acuerdo a las sombras que proyecta la luz del Sol sobre ella. La Luna no tiene luz propia, sino que refleja los rayos del Sol. Mientras que el Sol simboliza el principio masculino, la Luna simboliza el principio femenino. El Sol "transmite" energía, y la Luna la absorbe y asimila para luego abastecerla.

La característica más conocida de la Luna es la regularidad con que cambia de Luna nueva a Luna llena y repite su ciclo con constancia. Los antiguos la utilizaban para medir el tiempo. El ciclo lunar dura unos 28 días y medio coincidiendo con el ciclo femenino; también influye en las mareas, ya que el movimiento periódico y alternativo de ascenso y descenso de las aguas del mar se produce por la atracción del Sol y de la Luna. Como dirige las mareas, por extensión, se dice que afecta a los líquidos del organismo.

Para los babilonios, la Luna era Sin, dios del calendario y la sabiduría. Los griegos temían la oscuridad de la Luna nueva cuando Selene, una de las diosas identificadas con la Luna, era arrastrada al centro de la tierra durante tres días. La diosa más importante de la Luna era la hermana gemela de Apolo, la cazadora griega Artemisa, conocida por los Romanos como Diana. Otra diosa griega, Hécate, estaba asociada con el lado oscuro de la Luna. Era la reina de los fantasmas, la rectora de la magia y la visión profunda.

Astrológicamente, la Luna representa el alma y el ser inconsciente. Femenina y muy emocional se opone a la seca masculinidad del Sol. Se relaciona con la fertilidad, la maternidad, la familia, el crecimiento, la muerte y la decadencia. Simboliza nuestro modo de expresión que llega naturalmente y un modo de conducta en el que nos sentimos seguros. Es indicadora de nuestros estados de ánimo, las fluctuaciones emocionales cambiantes por las que pasamos, similares a la luz lunar que crece y mengua constantemente cada mes. Simboliza la imagen de uno mismo que se ve reflejada en el trato con los demás.

El plano orbital de la Luna está ligeramente inclinado con relación al plano de la órbita de la Tierra, llamado la eclíptica. Este plano orbital de la Luna cruza la eclíptica cada trece días y medio. Los puntos donde se intersectan se llaman nodos Norte y Sur, y ejercen una influencia muy importante en la Carta Astral.

En el horóscopo, la Luna rige el signo de Cáncer, pero como se mueve rápidamente a través de todo el Zodiaco en el transcurso del mes, se dice que le da una tonalidad a todos los signos.  Como arquetipo representa a la madre. La Luna tiene varios glifos, pero el más usado es el de la medialuna.

Mercurio

Mercurio
Mercurio

Un diminuto planeta con un órbita muy excénctrica, Mercurio refleja perfectamente su misteriosa, mítica y astrológica herencia. Mercurio, con menos de la mitad del tamaño de la Tierra, es el planeta más pequeño del Sistema Solar, después de Plutón. Es también el planeta más rápido, dando la vuelta al Sol una vez cada 88 días.

Siendo el planeta más próximo al Sol, podemos llamarle el “mensajero solar”,  y así como el Sol es el símbolo de la esencia, el “yo”, Mercurio simboliza aquella función que nos permite conocer la esencia. Como mensajero, es un símbolo del puente entre el Alma y el “yo”, y también entre el “yo” y el medio; es el gran unificador, así como el gran destructor. El individuo tanto puede reconocer la interrelación de todas las cosas, como aislarse de toda relación.

En la mitología romana Mercurio (Hermes para los griegos) era el mensajero de los dioses que facilitaba la comunicación con lo espiritual.  Entre sus múltiples responsabilidades, gobernaba el comercio, gracias a su habilidad en hablar y negociar. Ampliaron su poder al ámbito de la medicina:  llevaba un caduceo, un cetro rodeado por dos serpientes entrelazadas, que poseía el poder de curar a los enfermos.

Astrológicamente Mercurio representa nuestra capacidad de comunicación y razonamiento, el intelecto analítico, el sentido comercial, el diálogo, el pensamiento práctico y la astucia. La influencia de Mercurio, por su tamaño, puede parecer mínima, pero los astrólogos creen que el planeta es un poderoso agente de autoconocimiento. El mensaje de Mercurio es de transformación personal, un enlace entre el yo y sus potenciales. El término "mercurial" se refiere a las personas con temperamento vibrante y variable.

Como estrella matinal está relacionado con el signo Géminis, y como estrella del anochecer con el signo Virgo. Su glifo contiene todos los elementos: es una cruz coronada con un círculo, que tiene encima un semicírculo, uniendo mente, espíritu y materia, pero dando prioridad al intelecto. En alquimia, Mercurio es el gran transformador.

Venus

Venus
Venus

El planeta Venus necesita aproximadamente 224 días para dar la vuelta al Sol, y, con sus 12.100 kilómetros de diámetro tiene casi el mismo tamaño que la Tierra. La atmósfera de Venus, principalmente dióxido de carbono, es sumamente pesada y atrae la radiación solar, lo que eleva las temperatura de la superficie hasta 460ºC (860ºF). Pero la densa envoltura de gases quemantes arrastrados por vientos de más de 320 Km (200 millas) por hora, está cubierta por una gruesa capa de nubes de ácido sulfúrico que reflejan el 70 por ciento de la luz del Sol que cae sobre ella. Esto le da a Venus el brillo que lo hace el tercer objeto luminoso del cielo. Como a veces aparece al atardecer y a veces por la mañana, se le conoce como la Estrella de la Tarde y la Estrella de la Mañana.

Tradicionalmente, el planeta ha sido asociado con la diosa del amor:  Isthar para los mesopotámicos, Afrodita para los griegos, Venus para los romanos. La belleza resplandeciente de este cuerpo celeste hizo que Venus fuese adorada como la diosa de la belleza y del amor. Pero su encanto no solamente produjo armonía, sino que fue causa de la guerra de Troya.

Astrológicamente Venus representa todo lo bello y deseable. Está asociado con el amor, la belleza, la apreciación artística, la naturaleza femenina, la armonía, la paz y la reconciliación. Representa el poder del hombre de dar, gracias a sus sentimientos, un valor y un sentido esencial a sus experiencias. Venus atrae mediante su belleza, la bondad, el encanto y las habilidades sociales, es decir una aproximación arquetípicamente femenina.

Como estrella matinal, Venus pertenece al signo de Tauro, mientras que rige al signo Libra como la estrella del anochecer. Arquetípicamente representa a la Amante y lo femenino. El glifo de Venus, un círculo sobre una cruz, indica la superioridad del espíritu sobre la materia, y ha sido reconocido como el símbolo universal de la mujer.

Marte

Marte
Marte

La órbita de Marte alrededor del Sol tarda cerca de 687 días para completarse. Este planeta, con un diámetro de casi 6.800 kilómetros, mide la mitad de la Tierra y es conocido por su color rojizo que son el resultado de la corrosión. Rocas cristalinas en la superficie se han quebrado y oxidado. Era natural para los antiguos relacionar el cuerpo rojo en el cielo nocturno, con el más temperamental de los dioses, con el fuego y la sangre.

Los babilonios lo llamaban Nergal, dios de la guerra, con dominio sobre la sangre, el fuego y el calor. Para los griegos era Ares, el dios de la guerra, una engreída y arrogante deidad que era admirada por su incuestionable bravura y su salvaje predilección por los conflictos sangrientos. Acompañado por dos supuestos hijos, Fobos y Deimos (Miedo y Pánico), él se presentaba en cualquier lugar donde hubiera matanza (las dos lunas del planeta Marte llevaban los nombres de sus terribles hijos). El dios romano Marte asumió muchas de la características y mitos de Ares, su precursor, pero disfrutaba de una posición más reverenciada que la deidad griega. Era el precursor de la agricultura y la guerra, y ocupaba el segundo lugar en el panteón romano, justo después de Júpiter. Marzo, el primer mes del antiguo año romano, llevaba ese nombre en su honor.

Astrológicamente Su posición revela mucho con respecto a nuestra energía física, nuestro impulso sexual y nuestra voluntad de actuar y conseguir. Clarifica en qué medida disponemos de iniciativa y decisión y su ubicación ilumina nuestra manera de expresar el impulso agresivo y auto afirmativo.

Es el planeta regente del signo de Aries y  tiene afinidad con Plutón, con el signo de Escorpio. El glifo de Marte, la cruz de la materia transformada en una flecha y colocada sobre el círculo, representa la supremacía de la materia sobre el espíritu indicando movimiento. Se le considera como el símbolo masculino universal.

Júpiter

Júpiter
Júpiter

Enorme y majestuoso, Júpiter, el mayor planeta del sistema solar, es una adecuada metáfora celestial para el rey de los dioses. Más de 300 veces más grande que la Tierra, Júpiter da una vuelta completa alrededor del Sol, cada 12 años. No obstante su movimiento de rotación es de tan sólo 9 hrs. y 55 minutos.

Compuesto básicamente de hidrógeno y helio, se piensa que no posee una superficie sólida. En vez de eso, está hecho de capas de gas denso, que arroja hacia el corazón del planeta los metales líquidos que finalmente se condensan en un diminuto centro de roca y hielo. Las bandas horizontales de luz y oscuridad que adornan la superficie de Júpiter son nubes en su atmósfera. Júpiter genera más radiación por sí mismo que la que recibe del Sol y es el centro de un minisistema solar compuesto por dieciséis lunas.

Su tamaño y resplandor se reflejan en la mitología, donde Júpiter es el rey de los cielos, el padre de los dioses y de los hombres. Por lo general, Júpiter (Zeus para los griegos) es benéfico, pero también tiene cierta tendencia al orgullo, y es notorio por sus numerosas aventuras amorosas, para pesar de su esposa Hera.

En la astrología, Júpiter representa la expansión en todos los planos, especialmente por medio de la búsqueda del conocimiento superior, la filosofía, la religión y la ética. Se relaciona con lo que se podría llamar la aspiración religiosa en el hombre, un impulso interior del ser humano, tan básico como cualquiera de los impulsos biológicos. Está conectado con la necesidad inherente a la psique de crear símbolos y esto nos lleva a profundidades abismales cuando consideramos el poder creador que ha dado forma a los grandes mitos, leyendas y religiones del mundo.

Es el planeta regente de Sagitario y,  tiene afinidad con Neptuno, y el signo de Piscis. Su arquetipo es el hombre sabio, que ilumina al mundo con su entendimiento. El glifo que lo representa es un medio círculo que surge de la cruz, y simboliza el triunfo de la mente sobre la materia.

Saturno

Saturno
Saturno

El planeta Saturno, con un diámetro de 120.000 Km., sigue su órbita alrededor del Sol a una distancia de 1.427 millones de kilómetros, tardando unos 29 años para dar una vuelta completa. El movimiento de rotación  es parecido al de Júpiter tan sólo tarda aproximadamente 10 horas.

La mitología griega cuenta que Cronos (Saturno) primero castró a su padre Urano y luego devoró a sus propios hijos para evitar que pudiesen sustituirle en el gobierno del mundo. Se le representaba como un viejo, con una hoz en la mano, y a veces llevando un reloj de arena, simbolizando el paso del tiempo, «el Padre Tiempo que todo lo engulle».

En la astrología Saturno tiene una reputación bastante desagradable, ya que se le considera un planeta “maléfico”, portador de dolores y desgracias. De ahí que tenga relación con la experiencia arquetípica de la sombra, el lado oscuro de la naturaleza humana, dónde se encuentra la semilla de la verdadera integración interior. Del emplazamiento de Saturno en la Carta podemos inferir cual es el dominio donde la sombra se expresará con mayor facilidad, donde uno se muestra quizá  más a la defensiva y más crítico. Indica un desafío por lo general: trabajar hacia la aceptación completa sin temor del nivel de experiencia representado por el elemento y el signo dónde se encuentra. Es también  considerado el planeta del tiempo y del karma. La posición de este planeta en la Carta Astral indica la esfera donde tenemos que solucionar viejos problemas y superar inhibiciones y temores que provienen del pasado, incluso vidas pasadas.

Es el planeta Regente de Capricornio y tiene afinidad con Urano, el planeta que rige Acuario. En su glifo encontramos la cruz de la materia por encima y expresando la media luna del alma.

Quirón

Quirón
Quirón

Quirón es un cuerpo celestial relativamente pequeño que fue descubierto el 1 de noviembre de 1.977. Su órbita se encuentra entre Saturno y Urano. Quirón tarda entre 50 y 51 años para dar una vuelta completa al Sol, y debido a su trayectoria muy elíptica su permanencia en cada signo varía entre 1.5 y 8 años.

En la mitología griega Quirón era un centauro, es decir mitad hombre y mitad caballo. Era curandero, astrólogo, maestro, músico y guerrero.

Debido a la situación de Quirón entre Saturno y Urano, el último planeta interior y el primer planeta exterior, muchos astrólogos consideran a Quirón como el puente entre los planetas interiores y exteriores.

Es la llave que nos puede abrir la puerta del entendimiento de las energías complejas de los planetas más lejanos. En este sentido Quirón es el guía interior que ilumina la oscuridad y abre la mente a experiencias más allá de la rutina diaria.

Urano

Urano
Urano

Urano, a una distancia de 2.875 millones de kilómetros del Sol, fue descubierto en 1.781, durante el período de las revoluciones norteamericanas, y en vísperas de la revolución francesa y el desarrollo revolucionario de la industrialización europea. Su diámetro alcanza 51.100 km.

En la mitología, Urano, es la personificación del cielo, del cual nació la Tierra, engendrada por él solo. Fue el padre de Saturno, el cual le cortó los testículos en horrible lucha por el poder.

En la Carta Natal, Urano, el primer dios de los cielos  del espíritu,  personifica la necesidad inherente a la psique de liberarse de la identificación con la realidad material  y de vivenciar el mundo de la mente arquetípica. Por eso en la Astrología tradicional se dice que Urano simboliza la necesidad de cambio, de libertad, de invención y de liberación, y también una evolución mental que trascienda el ámbito del pensamiento concreto y limitado por los hechos y por el conocimiento empírico. Es un planeta que va sincrónicamente asociado con ideales de verdad, justicia, libertad, fraternidad e igualdad, así como en cualquier tendencia progresista colectiva que se enfrente con lo establecido.

Es el  planeta regente de Acuario. En su glifo encontramos dos medias lunas en direcciones opuestas (alma); las reencarnaciones del alma unidas por el entendimiento de la cruz de la materia, sobre el círculo del espíritu.

Neptuno

Neptuno
Neptuno

Neptuno, un planeta descubierto en 1.846 por el astrónomo berlinés Galle, se mueve alrededor del Sol a una distancia media de 4.497.000.000 km. Tarda casi 165 años en cumplir su órbita, y tiene un diámetro de 49.500 km.

En la mitología, Neptuno o Poseidón es el dios del mar y señor de las aguas. Tiene su morada en lo más profundo del mar, donde la visión a menudo es vaga y nos encontramos en un mundo extraño y casi irreal.  Neptuno se relaciona también con Dionisos, el dios del éxtasis sagrado y de la inmersión en las profundidades como parte de los antiguos rituales de misterio.

Astrológicamente simboliza el impulso al sacrificio del “yo” personal en aras de la vida sentimental colectiva. La fantasía, el romance, el encanto, el éxtasis, la visión mística, son todos rostros de Neptuno; aspectos de la realidad necesarios para la psique y que precisan tener un espacio para expresarse en la vida personal. Simboliza las ansias de disolver los límites, que hacen del falso ego material una entidad aparte, y de experimentar la unidad espiritual con el resto de la creación.

Neptuno, deidad del agua, es un símbolo del mar de sentimientos colectivos que desde las profundidades nos mueve a sumergirnos en la masa, en una ofrenda de nuestra individualidad, tan difícilmente alcanzada, que nos permita purificarnos en la disolución común. La necesidad de este tipo de desintegración de la conciencia individual existe en todos nosotros y es algo “contagioso”. La experiencia de limpiarse ritualmente mediante la inmersión en el mar del inconsciente es una verdadera experiencia religiosa profundamente necesaria para la psique. Sin ir más lejos, es un ritual que repetimos todas las noches en la ofrenda de nuestra conciencia que significa el descenso al inconsciente para dormir.

Es el planeta regente del signo  Piscis. En su glifo vemos la media luna del alma surgiendo de la cruz de la materia sobre el círculo del espíritu.

Plutón

Plutón
Plutón

Plutón es, con un diámetro aproximado de 2.300 Km., el planeta más pequeño que conocemos. Su descubrimiento en 1.933 señaló el comienzo de uno de los períodos más oscuros y transformadores de la historia, los inicios del nazismo y la ciencia atómica. A una distancia media de 5.900.000.000 Km. del Sol, Plutón necesita más de 247 años para cumplir su órbita. También es el más exterior de los planetas.

En la mitología, Plutón o Hades es el dios del mundo subterráneo reinando sobre las almas de los muertos y la fertilidad, que jamás se aventura sobre la superficie, a no ser que lleve puesto el casco mágico que lo hace invisible.

Plutón personifica el arquetipo del ciclo incesante de muerte y renacimiento y el proceso del viaje y el regreso existe en todos los aspectos de la vida.  Todo en la vida tiene un comienzo y un fin, seguidos de un comienzo nuevo en alguna otra forma. Instintivamente nos retraemos ante este ciclo porque, como Fausto, queremos que ciertos momentos se prolonguen para siempre.

Astrológicamente, este planeta simboliza la subconsciencia y se relaciona con los cambios bruscos, la destrucción, la regeneración y transformación. Plutón causa la «desestructuración» interna que nos impulsa inexorablemente a seguir adelante y a deshacernos de formas viejas para dejar paso a las nuevas. Es el planeta de los cambios profundos, de la transformación individual al nivel psíquico, que empieza a actuar desde lo más interno de nosotros y se mueve hacia la superficie.

Plutón es el planeta regente de Escorpio. En su glifo vemos el círculo del espíritu encumbrándose por encima de la conexión entre la media luna del alma sobre la cruz de la materia.

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